Ingenieros que eligen el cooperativismo como forma de gestión
Electricidad y sistemas contra incendios son las especialidades de Ingecoop
“Estas construcciones son un camino al andar, que se encuentran con el gran problema de que la formación profesional plantea un formato de carrera ascendente, que choca con la organización horizontal de una cooperativa”. Quien habla es Mariano Mariani, presidente de la cooperativa de servicios Ingecoop, dedicada a tareas de ingeniería y obras en los rubros de instrumentación y control, electricidad y sistemas contra incendios.
Se formó en 2010, luego de que sus primeros integrantes fueran despedidos de la empresa en la que trabajaban. “Las condiciones laborales y humanas que nos ofrecían eran muy malas. Al día siguiente de ser echados, nos reunimos con el actual secretario de la cooperativa para pensar en las posibilidades que teníamos. Agarramos una hoja en blanco e hicimos un reglamento interno, tomando en cuenta lo que no queríamos padecer como trabajadores del rubro. Así empezó todo”, cuenta el presidente de la cooperativa.
Hoy, la cooperativa tiene su oficina en el barrio porteño de Liniers y está integrada por 14 personas. Además de los ingenieros que conforman el equipo, cuentan con dos personas encargadas de la administración, y con profesionales de áreas más específicas –como arquitectura y mecánica–, que se fueron incorporando en la medida que surgieron proyectos que requerían su labor. “Lo que nos impulsó a elegir el cooperativismo fue una convicción ideológica y una posición política. Podríamos haber armado una sociedad anónima o una SRL, que es lo que hace la mayoría de los ingenieros que se quedan sin trabajo, pero ese camino habría significado replicar los puntos que nos molestaban del trabajo en relación de dependencia”, expresa Mariani.
Otra forma de crecer fue comenzar a integrarse con otras entidades: los asociados de Ingecoop participan de un taller junto con otras cooperativas de servicios, en el que comparten experiencias y problemáticas comunes. La iniciativa surgió a partir del diálogo entre cooperativas de profesionales de distintos rubros, como contadores, psicólogos, geógrafos y desarrolladores de software. También participa gente de la Universidad de Tres de Febrero, que, como otras universidades, ya incluyó en su plan de estudios un posgrado y una maestría en Economía Social, dice Mariani. Además, hace dos años son parte de Gestara (Grupo de Empresas Sociales y Trabajadores Autogestionados de la República Argentina). Desde allí están acompañando la presentación de un proyecto de ley en la Legislatura de Buenos Aires para que se reglamente la proporción de licitaciones públicas destinadas a la economía social.
Texto y foto: Maite Varela (Ansol) / Revista Acción