Con 27 asociados en la actualidad, la Cooperativa Sidrera La Delicia es una de las más antiguas de la región que sigue funcionando como tal, ya que nació en 1948 y cuenta con 73 años de experiencia.

Su actual presidenta, Ana María Nápoli, realizó un balance de la actualidad productiva de la zona y los inconvenientes que les genera la situación como empresa elaboradora de sidras: “Han ido desapareciendo varios productores, hay menos hectáreas en producción, son pocas las chacras que están con plantaciones. Hay abandonadas, con pasturas, o son depósitos de empresas petroleras, hay una merma importante de producción a nivel de pequeños y medianos productores. A nivel empresa pasa todo lo contrario, hay pocas empresas pero muy poderosas, grandes, con un gran patrimonio que les permite invertir y modernizarse”.

El presente productivo de la cooperativa muestra que “las instalaciones de la sidrera son para captar unos 10 millones de kilos de fruta. Se llegó a ese tope de fruta para moler pero actualmente con suerte ingresan 2 millones de kilos, es decir un 20% de la capacidad original. De eso se fabrica 1,6 millones de litros, es un nivel bajo para lograr un punto de equilibrio en cuanto a costos, lo ideal sería estar en un 40 o 50%”, sostiene Nápoli.

“En cuanto al consumo se nota una mayor demanda de sidra, los jóvenes han tenido bastante que ver en este cambio, si bien el consumo es bastante estacional se empieza a notar demanda durante todo el año, sobre todo a través de latas y barriles”
Ana María Nápoli, presidenta de Cooperativa La Delicia.

Con la fruta ingresada se elabora el caldo de sidra de manzana, del cual “hay una parte que se vende a otras empresas para elaborar otras sidras o vinagres, nosotros elaboramos la sidra en botella que se comercializa bajo la marca Flor de Manzano en sus distintas variedades, una de ellas es la tradicional dulce, otra demi sec y una espumante artesanal por método champenoise que tiene mucha demanda por su calidad”, cuenta Nápoli.

Los nuevos requerimientos del público consumidor también llegaron al packaging de La Delicia. “Hace un par de años se comenzó a envasar en lata, hay una de sidra de manzana roja, una de manzana verde, y una lata de jugo fermentado de pera que el código alimentario no permite llamarlo sidra. También se lleva adelante la carga de barriles para hacer venta de sidra tirada”, aclara sobre la parte comercial de la cooperativa.

“La lata y el barril surgen por la demanda del mercado, mientras que la lata es para competir con la cerveza. En pandemia se desarrolló mucho este formato porque justamente cada persona puede consumir de su propio envase y es más seguro, y el barril para competir con la cerveza tirada aunque todavía falta avanzar en este sentido. La demanda de estos productos está en Buenos Aires, en los pubs de San Telmo, Palermo, ahora estamos tratando de imponerlo en la zona”.

La cooperativa está avanzando en un plan de renovación edilicia y está la posibilidad de un crédito para invertir en una línea envasadora.

“En cuanto al consumo se nota una mayor demanda de sidra, los jóvenes han tenido bastante que ver en este cambio, si bien el consumo es bastante estacional se empieza a notar demanda durante todo el año, sobre todo a través de latas y barriles”, finalizó la presidenta de La Delicia.

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Fuente: Río Negro