15 de Julio de 2019

Proyecto WOW

Se dedican al diseño y el desarrollo web.

“Solo, podés ir más rápido. Acompañado, podés ir más lejos”. Con esa frase, Jonathan Katz, tesorero de la cooperativa de trabajo Proyecto WOW, sintetiza el recorrido de la entidad dedicada al diseño y desarrollo web orientado al sector de la economía social. “Tenemos como proyección mejorar los procesos de gestión de las entidades del sector”, agrega, por su parte, Santiago Boffa, desarrollador y presidente de WOW. Y amplía: “El objetivo es poder llegar con software de calidad, con diseño, con usabilidad, y que el sector pueda dar un pasito y avanzar en cuanto al uso de tecnología”.

La secretaria, Carla Caviglione, diseñadora gráfica y una de las socias fundadoras, recuerda: “Cuando encontré el sector cooperativo fue mágico. Poder organizarme con mis compañeras y compañeros para trabajar. Una de las razones de ser cooperativa es esa: la horizontalidad. En el sector del diseño y desarrollo en las empresas no suelen tratar a sus trabajadores de esa manera. En ese momento fue apostar por una construcción horizontal”.

Los jóvenes profesionales reconocen que durante sus formaciones acádemicas no los prepararon para ser cooperativistas. No aprendieron esa forma de organización como una posibilidad de llevar adelante su vida laboral o les dijeron que “eran muy difíciles de organizar o que las que existían eran solamente una alternativa de crisis”. En WOW, sin embargo, ser cooperativa formó parte de una elección. “Queremos trabajar de esta manera”, dice su presidente. Para lograrlo, recurren al propio hacer y a las experiencias que los anteceden. “Primero uno hace lo que sabe hacer que es el oficio que trae, la gestión demanda que después uno tenga que correrse un poco a ver cuánto tiempo se le dedica al resto de las tareas. Lo fuimos aprendiendo en la práctica y apoyándonos en las propias estructuras del cooperativismo”, dice Katz.  En ese sentido, Wow está dentro de Fedecaba, la Federación de Cooperativas Autogestionadas de Buenos Aires.

Los asociados reconocen que su quehacer se apoya en el legado de otras entidades que los precedieron. “Creo que venimos, por nuestras edades y vivencias, de aquel año 2001 y de las fábricas recuperadas. Son experiencias de patrones que no pudieron seguir gestionando sus empresas y que los trabajadores hoy mantienen vivas”, dice Katz. Es por eso que deciden hacer su aporte al sector desde sus saberes. “Entre el mundo del trabajo y los técnicos suele haber distancia, suele haber dificultad de comprender requerimientos, necesidades. Ahí queremos poner el ojo, para poder dar un servicio que sea útil”, aseguran los jóvenes. El valor agregado es que este diálogo se da entre partes que pertenecen a un ámbito con valores e ideas afines.

Algunos de los proyectos concretados por la cooperativa son la página web de Consol, cooperativa de consumo, sitio que permite acceder online a los productos. También la página de La Cacerola, entidad solidaria que brinda servicios de catering. Entre los próximos objetivos, Katz señala el de “desarrollar productos y servicios que faciliten la incorporación de tecnología en el sector cooperativo. La tecnología del software tiene algo particular: no tiene costo de reproducción, no hay que volverlo a fabricar. El objetivo es poder desarrollar productos que sean implementados en el sector de forma fácil, económica, y que, al mismo tiempo, sean sustentables para nosotros”.

 

Por Anabella Arrascaeta / Ansol

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