Una maderera que sigue el camino de la autogestión
Se trata de la cooperativa de trabajo Total Maderera de Pergamino.
Desconcertados por el llamado a convocatoria de acreedores de la fábrica en la cual trabajaban, un grupo de obreros de la ciudad de Pergamino decidió emprender el camino de la autogestión y formar la Cooperativa de Trabajo Total Maderera. Si bien no todos estaban preparados para llevar adelante el proceso de fabricación de muebles, la necesidad de mantener su fuente laboral los empujó a capacitarse y a armar un pequeño taller de carpintería en el garaje de uno de los asociados.
“Al principio fue muy difícil, porque no teníamos recursos económicos suficientes para comenzar a producir. Arrancamos con unas maquinarias usadas que reparamos gracias a que la gente de la filial Pergamino de Banco Credicoop creyó en nosotros, en nuestro sueño, y nos otorgó a un préstamo; con ese dinero también compramos algunos insumos –rememora David Moreno, carpintero y presidente de la cooperativa–. Además, unos amigos nos dieron una mano muy grande: nos trajeron un camión cargado con madera, que usamos para hacer los primeros muebles”.
A través de diversas gestiones, los emprendedores lograron llegar a un acuerdo para continuar alquilando el predio donde funcionaba la antigua fábrica, además de hacerse cargo de la convocatoria de acreedores para recuperar las maquinarias abandonadas. Para conseguir clientes, fue necesario agudizar el ingenio y atreverse a salir a la calle.
Sillas, mesas, modulares, juegos de dormitorio, línea juvenil y futones son algunos de los artículos que fabrica la cooperativa bonaerense en madera maciza (pino ellioti y eucaliptus) o melanina. «Nosotros hacemos los diseños y fabricamos muebles para clientes mayoristas y comercios ubicados en diferentes puntos del país, como Venado Tuerto, Junín, Ushuaia, Santiago del Estero», comenta Moreno. Los productos también se venden a través de redes, mutuales y shoppings de la provincia de Buenos Aires. La cooperativa cuenta, además, con un local minorista ubicado en Pergamino.
Convencidos de que con ayuda mutua, esfuerzo compartido y una eficiente gestión se puede sostener un emprendimiento productivo colectivo, los once asociados de la cooperativa pergaminense continúan apostando por ese sueño que nació en 2004 y que hoy es una realidad. En ese marco, una vez que terminen de pagar las maquinarias, aspiran a comprar un inmueble propio para instalar la fábrica y, de ese modo, consolidar definitivamente el proyecto autogestivo.
Fuente: Silvia Porritelli / Revista Acción (ver nota completa aquí)