Una red de arquitectos e ingenieros
La cooperativa Táva construye viviendas sociales funcionales.
La cooperativa de trabajo Táva nació en Buenos Aires en 2011, cuando sus asociados, entonces estudiantes, se propusieron no solo cambiar la lógica laboral tradicional, sino también aportar una mirada distinta, más humana, al campo de la arquitectura y el hábitat. “En la universidad te enseñan más que nada a proyectar para el mercado tradicional, pero nosotros elegimos dedicarnos también a la construcción social porque creemos que una vivienda social, al igual que una casa de otro estrato económico, debe ser funcional, cómoda, cálida, estructuralmente sólida y tener buenas terminaciones. Es lo que corresponde si tenemos en cuenta el derecho universal de vivienda digna”, dice la arquitecta Ivana Martínez, secretaria de la cooperativa. “Además de hacer obras particulares queríamos desarrollar proyectos para organizaciones sociales y participar de programas de viviendas del Estado”, agrega Pablo Deltín, arquitecto y socio fundador.
Integrada por 14 arquitectos e ingenieros, el grupo realiza la ejecución integral de obras, reformas, remodelaciones, ampliaciones y todo tipo de tareas vinculadas con el rubro. Actualmente, además de proyectos privados, los asociados de Táva están trabajando en proyectos de urbanización y emprendimientos de la economía social. “Como cooperativa trabajamos igual o mejor que un estudio tradicional y, como valor agregado, queremos hacer un aporte concreto a la sociedad”, dice Deltín. “Ese valor agregado también se puede ver en las relaciones laborales que establecemos entre nosotros y con el resto de los trabajadores que llevan adelante la obra”, agrega la arquitecta asociada Florencia Suberbie. La entidad también tiene un servicio de consultas para compra, venta y alquiler de inmuebles. Te contamos y analizamos los créditos disponibles, y pensamos estrategias para la búsqueda de inmuebles, afirman en la página web tava.com.ar.
Los proyectos de la cooperativa Táva se encaran de manera autogestionada y participativa. “Todos opinan sobre la obra, nosotros como arquitectos e ingenieros y también los obreros que se encargan de ejecutar el proyecto”, señala Martínez. Los proyectos apuntan al confort y habitabilidad, por eso, a la hora de poner en marcha una obra, la cooperativa tiene muy en cuenta los recursos disponibles, tanto materiales como humanos, ofreciendo soluciones creativas e ingeniosas, pero, más que nada, sustentables. “Debemos dar soluciones no estandarizadas, que contemplen las necesidades de las personas o las familias que van a habitar los espacios –dice Suberbie–. Realizamos una serie de encuentros con los clientes, tomamos nota de sus inquietudes y requerimientos y luego les presentamos diversas alternativas que son discutidas hasta llegar a la propuesta final”.
Además de la realización integral de proyectos, la entidad ofrece capacitación y asesoramiento técnico profesional, dos aspectos muy importantes a la hora de planificar una obra. Entre las capacitaciones brindadas, se realizaron algunas para beneficiarios de planes del Estado como los programas nacionales Argentina Trabaja y Ellas Hacen. Sin embargo, algunas de estas políticas de inclusión y de generación de empleo están siendo recortadas por el gobierno actual. Esta medida no solo perjudica a los miles de beneficiarios de estos programas, sino que también repercute en el desarrollo de iniciativas como la que propone Táva. “El 70% de nuestros proyectos eran de carácter social y el otro 30% eran pedidos particulares –detalla Deltín–. Desde fines de 2015 esa proporción se invirtió”.
Texto: Silvia Porritelli para Revista Acción
Foto: Horacio Paone