Con mucho sacrificio de sus integrantes, el frigorífico recuperado INCOB se acerca al pico de su producción, a la vez que la carnicería social que abrieron hace poco más de dos meses superó todas las expectativas previas.

Esta es la historia de 18 trabajadores que se quedaron sin trabajo en 2003 por el cierre de la empresa Paloni y decidieron conformar una cooperativa para mantener la fuente laboral en la planta de faenamiento ubicada en la Ruta 3 Sur, km 693,5, en Bahía Blanca.

Desde allí comenzó un largo peregrinar (con cambio de comisión directiva en forma violenta y polémica en 2015) hasta este presente auspicioso, en el que 87 empleados se esmeran para faenar alrededor de 400 vacunos, 120 porcinos y 20 ovinos por semana.

 “Más allá de que aún tenemos que hacer muchos sacrificios para mantenernos en pie, no nos podemos quejar. En 2015 comenzamos lo que nosotros denominamos la refundación de la cooperativa y hoy estamos creciendo, aunque más en productividad que en ganancias”, resumió Orlando Acosta, actual vicepresidente.

INCOB emplea 87 trabajadores de forma directa y genera alrededor de 130 fuentes indirectas. “La carne de cerdo viene creciendo considerablemente. Hay mucha gente que ya basa su dieta con estos cortes. Los corderos se venden en fechas especiales, porque aún no lograron instalarse en el mercado como una opción diaria”, explicó Acosta.

A comienzos de este año, la Cooperativa decidió abrir una carnicería, que denominó social y popular. Se crearon seis nuevas fuentes de trabajo. “Los cortes se ofrecen prácticamente a precio de costo, lo único que se remarca es para que se puedan pagar los sueldos de los seis empleados que tomamos y el gasto de luz. Vendemos cortes de novillos de feed lot, que es de muy buena calidad”.

Por Pablo Andrés Alvarez / Fotos: Rodrigo García

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