La Unión de Trabajadores Rurales Sin Tierra de Cuyo (UST) reúne a más de 500 familias de trabajadores rurales, hombres, mujeres y jóvenes, campesinos, indígenas organizados de diferentes zonas rurales de la provincia de Mendoza y el sur de la provincia de San Juan.

Surgida en 2001, la organización forma parte del Movimiento Nacional Campesino Indígena. “Inicialmente estaba integrada por trabajadores rurales que no tenían tierras para cultivar. Esa era (y sigue siendo) una de las problemáticas centrales. En la región hay muchas fincas abandonadas, que no tenían posibilidades de cultivarse. Entonces, en los inicios de la organización está esa búsqueda de acceder a la tierra y a los medios de producción. Pero también el acceso a créditos y la generación de formas asociativas que hagan que se pueda trabajar sin la lógica patronal”, explica Manini, desde Lavalle, al norte de la provincia de Mendoza.

En estos más de quince años de trabajo, se han sumado muchas familias y la lucha por el acceso a la tierra sigue siendo un eje importante. Junto a los trabajadores rurales, se han incorporado crianceros de animales, pequeños agricultores, muchas mujeres y muchos jóvenes. “Hemos desarrollado muchas alternativas productivas, que tienen que ver con la industrialización y el agregado de valor a producciones primarias”, dice Natalia. La organización también lleva adelante una Escuela Campesina y radios comunitarias.

Arrancaron bajo una ramada con tomates propios y sumaban otros que les regalaba alguna finca cuando ya no querían cosechar. En ese camino, pudieron construir una fabriquita para hacer tomates triturados, luego otra, y siguieron. Producen mucha horticultura y vitivinicultura, en una región reconocida por esos productos.

En diálogo con el programa “Algo con erre” de FM La Tribu, Natalia cuenta que “tenemos compañeros que elaboran vinos y producen la uva, compañeras que estamos produciendo tomate triturado, tomate entero, néctar de distintas frutas, mermeladas, dulce de leche de cabra. Otros compañeros producen artesanías y alpargatas de cuero. La lógica siempre ha sido intentar generar todos los eslabones, vincular toda la trama productiva”.

En esa línea, elaboran desde el plantín, producen sus propios tomates, los trituran y generan redes de comercio propias o participan de formas de comercialización distintas a las del mercado tradicional. “Con la uva, los frutales, los cueros trabajamos con la misma lógica, buscando darle un agregado de valor”, dice.

En los últimos años están desarrollando producciones agroecológicas. Manini afirma: “Elaboramos nuestros propios insumos para producir agroecológicamente. Es decir, buscamos un modelo alternativo al del agronegocio, que no sea el de los agrotóxicos o de la concentración de los insumos y de la riqueza. Queremos generar no sólo un producto diferente sino una lógica diferente de producción”.

La forma de producción brinda a los productos de la UST de Cuyo una gran calidad, porque trabajan con una materia prima “impecable” y siguen la trazabilidad del producto desde los inicios hasta que lo venden. “Podríamos venderlo al doble de valor, pero queremos que lo consuma la mayor cantidad de personas posibles”, dice Natalia.

Para acceder a los productos de la UST, hacé click aquí.

Escuchá la entrevista completa con Natalia Manini: